sábado, 27 de agosto de 2011

Bedtime

Ese momento...que en los días de jornada era el mas esperado. Esa hora en que transitaba de lo corporal a lo espiritual, en que la memoria desvariaba y confundía lo cierto con lo ficticio, y sucumbía bajo los anestésicos efectos del sueño.

La hora de dormir se convertía en un paraje en el cual pasaba a otro mundo. Leyendas cuentan que nuestras almas salen de nuestro cuerpo para convivir con otras almas o pasear por otras realidades, pero yo creo que se trata de las locuras de mi mente, la cual queda libre, suelta para vociferar todo lo que mi parte EGO tiene para expresar.

Ira, miedo, placer, rabia, euforia, mezcla. Todo al extremo, sentimientos intensos. Todo lo que no me permito.

Un sueño común, casi real, tan común que juraría que parte de el lo he vivido, consiste en que corro tan de prisa que mis pies se levantan del suelo. Y sigo moviéndolos para correr, pero flotando en el aire, desafiando las leyes de la física y sintiéndolo tan real...

Una pesadilla común, menos real, es sentirme en peligro, con ganas de gritar pero la voz no me sale, como si me ahogara, o emmudecierta.

Sueño a veces que ataco como bestia a aquellos por los cuales en la realidad me siento amenazada.
Otro constante es dar besos y cariño a alguien en mi sub consiente, a quien no me permito querer.
Y saber que a esa hora quedarán sueltos todos mis caprichos y tendrá voluntad propia la ¨loca de la casa¨ me hace no querer perder el auto control y no querer caer dormida, indefensa, vulnerable.
Y hace que la hora de dormir sea lo que menos espero en todo el día.

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