martes, 27 de noviembre de 2012

Café Ventana

Cuando le mencionan la palabra felicidad, le viene a la mente la escena de una pareja de jóvenes 'unicornios' maduros, pero no tanto, encontrando al fin una hermosa guarida, un lugar tranquilo y apartado.
Quizás ambos no son unicornios, quizás solo ella, a modo de conformarse, sin necesidad alguna de preguntar si él lo es, feliz de que el acepte que ella lo sea aun, para dejar de serlo después.
Mezclando ese brote de cosas, no reprimidas, sino mas bien dejadas madurar; combinadas con esa euforia de las primeras veces, la libertad que siente un niño cuando su juguete nuevo es todo para él.
Sale del ensueño al darse cuenta del punzante resentimiento que este le provoca por el simple hecho de distar lo suficiente de la realidad como para que se sienta poco satisfecha. Mira a su alrededor y la gratitud se burla del capricho reciente a sabiendas de que en la realidad no es menos afortunada que en la fantasía debido a que todo aprendizaje, toda incertidumbre, todo reto del cual carecen sus pensamientos de perfección, la hacen crecer, la van haciendo mas fuerte cada vez... la transforman.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares