lunes, 10 de noviembre de 2014

Mensaje recibido

La comunicación es algo tan fundamental en la vida humana, algo tan básico que, así como el agua, o el aire, solo  notamos su importancia cuando nos falta. Es una necesidad tan primordial, que intentamos entablar una comunicación inclusive con objetos inanimados, mascotas o hasta con nosotros mismos, cuando nos encontramos en soledad. 

Algo curioso de esta necesidad de comunicarnos, es que lo hacemos aún bajo la posibilidad de que nuestro mensaje no llegue. Emitimos mensajes, aún concientes de la probabilidad de que nuestro destinatario no los comprenda. Pero de alguna manera... Emitir esos mensajes nos hace bien.
Es tanto así, que incluso sin la palabra nos las arreglamos para comunicarnos. Gestos. Acciones. Nuestro mensaje tiene tanta necesidad de ser enviado, que cuando no lo hacemos, tiende a manifestarse incluso en nuestro soma.
Está en la naturaleza humana enviar mensajes. Lo hacemos constantemente, desde el nacimiento. Y cuando nos vemos incapacitados para hacerlo -como las personas que padecen alguna enfermedad degenerativa, por ejemplo- nos sentimos presos, privados de algo, prisioneros. 

Sea cual sea la razón de esta necesidad, no ignoramos el hecho de que está ahí por algo. Quitale a un ser humano la capacidad de comunicarse y le estaras quitando su esencia. Le estaras quitando todo.

Victor Frankl relata en su libro "El hombre en busca del sentido" como sobrevivía a situaciones infrahumanas en los campos de concentración, en la Alemania nazi. Me impactó la manera en que los prisioneros continuaban con vida, aún siendo privados de las condiciones mínimas; sin embargo, la comunicación, por lo menos entre ellos, fué algo que estuvo presente en todo momento. El autor presenció inclusive, sesiones de espiritismo. Èl mismo también, poseía amigos con los cuales interactuaba e incluso en su momento de máxima agonía, tenía delirios en los cuales le hablaba a su esposa. Privarlo de tener contacto con ella, de saber si aún vivía, era lo más desgarrador. Repito: quita a un ser humano la capacidad de comunicarse- en este caso, con un ser querido- y le estarás quitando todo.

Esa es una de las cosas que nos desagrada de la muerte. No solo perdemos el contacto fisico con la persona, sino tambien la comunicación. Pasa a un plano desconocido para nosotros. El no poder intercambiar ideas, información.

La comunicación es algo abstracto. Pero es una de esas cosas abstractas que son fundamentales,  indispensables, pero que no podemos palpar, como lo es el amor, el pensamiento abstracto que nos identifica entre los animales; la inteligencia, Dios. 

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