viernes, 17 de junio de 2011

Sobre la rebeldía

¿Por qué debemos siempre acatarnos a lo que alguien más quiere para nosotros?
¿Será que debemos suponer que la autoridad se preocupa más por nosotros que por sí misma?

Y es que cuando ésta deja de actuar en base a las necesidades colectivas para empezar a poner en primer lugar sus deseos más profundos, sus caprichos, las ocultas aberraciones de sus fantasmas internos... es ahí cuando debemos elegir algo más. Elegir aquello que queremos para nosotros.

Porque ¿quién tiene el derecho de decidir lo que queremos, con la excusa de saber lo que necesitamos?

...Es por eso que hoy, yo elijo la rebeldía.
Elijo bajo ninguna circunstancia dar mi brazo a torcer.
Me niego a obedecer con humildad los designios de una autoridad con dudosas intenciones a la hora de proceder.
Elijo elegir por mi misma, ser mi propia autoridad, tener autonomía. Elijo no circunscribir mi libertad a los muros que alguien más levante a mi alrededor.

Los mayores logros en la historia, las cosas trascendentales se consiguieron mediante algún acto de rebeldía, la ruptura de ciertos esquemas, la liberación de lo que estaba destinado a estar preso.
Nada verdadera mente importante, ningún gran cambio, se ha conseguido sino destronando todo aquello que, sin derecho, nos oprime.
¿Quién que haya conseguido alcanzar algún logro, permaneció cien por ciento obediente bajo las ordenes de alguien más?
Llega un momento de nuestras vidas en que debemos empezar a tomar las ordenes como válidas recomendaciones, mas que como un parámetro a seguir.

Rebelarse es salir a la luz como ave que al levantar por primera vez el vuelo se rebela contra la gravedad. Rebelarse e superación. Es saber que ha llegado el momento de vivir bajo nuestros propios designios, aprender a vivir por nosotros mismos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares