Hay días en los que la vida se llena de porqués,
la esperanza se preocupa por quererlos resolver,
desconfías de la gente, del amor y piensas que
no es posible que se sufra más que tú.
Y esos días tú te rindes al mundo en torno a tí,
para no sentir el miedo del valor que no se ve,
y te sientes tan perdida que ya no puedes más,
sin la fuerza que te da la vida.
Busca una salida, un mañana que
cure las heridas que hay dentro de tí,
lucha por vivir, con ese valor que no se ve.
Equivocarse nunca importa, vuélvelo a intentar,
si una puerta se te cierra, otra puerta se abrirá,
lo que en realidad importa es no renunciar jamás,
pues tal vez estés a un solo paso...
Busca una salida, un mañana que
dé una nueva vida a todo el mundo que
luchará con fe, con ese valor que no se ve.
Por todos ellos, échale valor,
por quien lo pierde y lo va buscando,
por los que se sienten tan mal como tú,
por esos que esperan sin desesperar, como tú
Busca una salida, un mañana que
dé una nueva vida a todo el mundo que
sólo por dolor no se pierda en el camino.
No te rindas nunca, busca en tu interior.
Busca la salida, el mañana que
vuelves a tener dentro del valor que no se ve.
El valor que no se ve - Laura Paussini
jueves, 4 de agosto de 2011
martes, 2 de agosto de 2011
Se quedó sorprendida al ver la pluma escribir con agilidad, bailando sobre el papel, los caracteres chinos que, según él, significaban "siempre te recordare, niña de la guitarra".
-y sabes hablar chino?
-si
-dime algo...
Y pronunció dos palabras, o serían frases, relativamente lento, sonidos extraños, cabeceando un poco y sonriendo, como quien habla a un bebe.
-qué significa?
Negó con la cabeza
-no me dirás?
-no
-pues! Por lo menos sé como se escribe "guitarra"
Sonrió.
-dilo otra vez
Se sonrojo y negó de nuevo.
-yo también te recordaré siempre, chinito.
Ella cerró el anuario, que descansaba sobre la falda de uniforme, lo que provoco que la tinta morada se corriera, manchando un poco el mensaje. Tomó su guitarra y se despidió de su amigo. Fue la ultima vez que tuvieron una conversación. Saludos de lejos los dias antes de fin de curso.
Pronto quedó tan solo una distancia, una barrera como la del idioma, atravesada por una simple frase escrita en caracteres chinos, y unas cuantas palabras cuyo significado quedo sin entender.
-y sabes hablar chino?
-si
-dime algo...
Y pronunció dos palabras, o serían frases, relativamente lento, sonidos extraños, cabeceando un poco y sonriendo, como quien habla a un bebe.
-qué significa?
Negó con la cabeza
-no me dirás?
-no
-pues! Por lo menos sé como se escribe "guitarra"
Sonrió.
-dilo otra vez
Se sonrojo y negó de nuevo.
-yo también te recordaré siempre, chinito.
Ella cerró el anuario, que descansaba sobre la falda de uniforme, lo que provoco que la tinta morada se corriera, manchando un poco el mensaje. Tomó su guitarra y se despidió de su amigo. Fue la ultima vez que tuvieron una conversación. Saludos de lejos los dias antes de fin de curso.
Pronto quedó tan solo una distancia, una barrera como la del idioma, atravesada por una simple frase escrita en caracteres chinos, y unas cuantas palabras cuyo significado quedo sin entender.
"síndrome de la mamá mandona"
Producto de ese deseo insaciable de controlarlo todo, crece en mí un característico monstruo al que llamo "síndrome de la mamá mandona" el cual he heredado directa mente de mi madre como consecuencia de mi posición de hermana mayor y por estar en linea directa en sucesión al trono de la autoridad fastidiosa característica de los mayores en una familia nuclear.
Y es que he descubierto que querer que todo sea perfecto, y controlarlo todo no son precisamente rasgos de mi personalidad. Soy de hecho dejada y aérea (vaya, "aérea" es igual al derecho y al revés) Sin embargo, aunque no son cosas que salen directa mente de mi forma de ser, si las he ido aprendiendo bastante bien a tal punto de indentificarme como "la mujer de la casa".
Desde aquí arriba, mis hermanos (incluyo perrito) se ven mas infantiles y caprichosos de lo que en realidad son -por difícil que parezca de creer-. Aunque sus desastres a veces no me molestan en absoluto, cuando me entra el "mamá mandona" me convierto en una enorme bocota que hastía y que hace a cualquiera querer dejar el pedazo.
Es divertido. Si mi propia madre supiera que fastidiar es el secreto para que el hastio haga que todos ordenen con tal de que te calles la boca, la casa se mantendría verdadera mente impecable.
Y es que he descubierto que querer que todo sea perfecto, y controlarlo todo no son precisamente rasgos de mi personalidad. Soy de hecho dejada y aérea (vaya, "aérea" es igual al derecho y al revés) Sin embargo, aunque no son cosas que salen directa mente de mi forma de ser, si las he ido aprendiendo bastante bien a tal punto de indentificarme como "la mujer de la casa".
Desde aquí arriba, mis hermanos (incluyo perrito) se ven mas infantiles y caprichosos de lo que en realidad son -por difícil que parezca de creer-. Aunque sus desastres a veces no me molestan en absoluto, cuando me entra el "mamá mandona" me convierto en una enorme bocota que hastía y que hace a cualquiera querer dejar el pedazo.
Es divertido. Si mi propia madre supiera que fastidiar es el secreto para que el hastio haga que todos ordenen con tal de que te calles la boca, la casa se mantendría verdadera mente impecable.
lunes, 1 de agosto de 2011
Tu otra vez
Extrañarte es solo una manera de pasar el tiempo.
Niño hombre, cuyo querer llevo guardado en lo más profundo de mi ser.
Es sentirme satisfecha tan solo con pensarte.
Porque es de agrado por lo menos imaginarme que es cierto. Que estas igual que yo.
Solo pensarte, solo desearte. Solo con eso me conformo.
No haré nada para llegar mas allá pues me hace feliz saber que existes.
Es mucho mas que el típico amor platónico de la fugaz adolescente
pues aunque por fuera lo parezca, soy por dentro una anciana, sin tiempo
que sabe disfrutar de los caprichos del corazón
sin necesidad de alterar lo que está, pues te quiero así, a esa distancia.
Porque como te imagino, eres demasiado bueno para estar cerca de mi.
y de estar mas cerca de mi, ya no te vería idealizado, maravilloso y perfecto.
No puedo decir que es amor lo que siento, pues sabes, no te conozco.
Es un deleite diferente. Un querer que exista alguien como te imagino.
Ese alguien que va cambiando de casa, y que ahora habita en ti.
Nunca existirá.
Es solo un producto de mi ser. De querer que eso que anhelo sea real.
Se que detrás de ese anhelo hay alguien mas...
Niño hombre, cuyo querer llevo guardado en lo más profundo de mi ser.
Es sentirme satisfecha tan solo con pensarte.
Porque es de agrado por lo menos imaginarme que es cierto. Que estas igual que yo.
Solo pensarte, solo desearte. Solo con eso me conformo.
No haré nada para llegar mas allá pues me hace feliz saber que existes.
Es mucho mas que el típico amor platónico de la fugaz adolescente
pues aunque por fuera lo parezca, soy por dentro una anciana, sin tiempo
que sabe disfrutar de los caprichos del corazón
sin necesidad de alterar lo que está, pues te quiero así, a esa distancia.
Porque como te imagino, eres demasiado bueno para estar cerca de mi.
y de estar mas cerca de mi, ya no te vería idealizado, maravilloso y perfecto.
No puedo decir que es amor lo que siento, pues sabes, no te conozco.
Es un deleite diferente. Un querer que exista alguien como te imagino.
Ese alguien que va cambiando de casa, y que ahora habita en ti.
Nunca existirá.
Es solo un producto de mi ser. De querer que eso que anhelo sea real.
Se que detrás de ese anhelo hay alguien mas...
sábado, 30 de julio de 2011
Lluvia
Los días de lluvia son buenos momentos para hacer algunas cosas.
Un día de lluvia con muchas obligaciones puede llegar a convertirse en un verdadero caos...
pero un día de lluvia en casa es el momento propicio para hacer todo tipo de cosas...
son buenos momentos para estar con la persona amada.
Para acunarse en los pensamientos mas profundos.
Son buenos momentos para llorar
es curioso cuando te encuentras aveces con que tu estado de animo se ve corroborado por el clima.
pero al llover, el alma puede desahogarse y descansar. El sonido del agua nos relaja la mente y nos reconforta. Se siente una calidez diferente, una frescura diferente y una humedad que acoge vida.
En cierta medida, los sonidos familiares se escuchan mas claramente, los aromas se perciben llevándonos a recuerdos y los ojos nos hacen ver mas adentro que hacia afuera.
Mas que arruinar nuestros planes, tomemos estos días como un pequeño cambio de agenda.
Un día de lluvia con muchas obligaciones puede llegar a convertirse en un verdadero caos...
pero un día de lluvia en casa es el momento propicio para hacer todo tipo de cosas...
son buenos momentos para estar con la persona amada.
Para acunarse en los pensamientos mas profundos.
Son buenos momentos para llorar
es curioso cuando te encuentras aveces con que tu estado de animo se ve corroborado por el clima.
pero al llover, el alma puede desahogarse y descansar. El sonido del agua nos relaja la mente y nos reconforta. Se siente una calidez diferente, una frescura diferente y una humedad que acoge vida.
En cierta medida, los sonidos familiares se escuchan mas claramente, los aromas se perciben llevándonos a recuerdos y los ojos nos hacen ver mas adentro que hacia afuera.
Mas que arruinar nuestros planes, tomemos estos días como un pequeño cambio de agenda.
martes, 26 de julio de 2011
La historia de los cosmeticos
Para variar un poco, aqui les cuelgo un video bien interesante. LOS QUIERO!
miércoles, 20 de julio de 2011
Relato de mi conciencia -Parte I
Y no se por que me frustra el no saber de ti. Hace ya dos semanas que te fuiste; dos interminables semanas cuyos días han pasado con la misma lentitud que largos tragos de hiel. Y ojala me sintiese digna de reprocharte, pero no puedo, no soy nadie para reclamarte nada. Solo soy la persona que más te adora en este mundo.
La escena de la última vez que nos vimos se repite una y otra vez en mi memoria. Ya hasta la tengo grabada con lujo de detalle cual película, en la que incluso al cerrar los ojos siento estar viviendo aquel momento otra vez.
Cada vez que la repito, unas veces te odio mas y otras tantas te amo mas. Pero merodea en mi cabeza desde que amanece hasta que me acuesto y no logro dormir sin repasarla varias veces más, y la repaso a lo largo del día acompañada de varios recuerdos que giran en torno a ti desde que te conocí hasta los días mas recientes. A veces comparo varias y se me hace que ha pasado mucho tiempo, o que han pasado muchas cosas en muy poco tiempo.
El día en que te vi. Que inocente era, ignorando todo lo que serias para mí. Pues mi atención se dirigió a ti durante pocos segundos y luego seguí con lo mío. No era consciente de todo lo que sucedería a nuestro alrededor.
Pocos días pasaron y tú seguías cerca, recién llegado. Muchos te ignoraban pero yo empecé a notarte más y más. De todas formas te fui indiferente hasta que tú diste aquel paso que, para mí fue lo que encendió en mi mente la idea de que empezabas a existir en mi interior.
Llegaste, en medio de la tranquilidad de una madrugada de esas en las que mi cuerpo no quiere dormir más. Yo estaba inmóvil, en un banco bajo el gran árbol (cómo recuerdo cada detalle de aquel banco y de aquel árbol) olía a pino fresco y el cielo estaba teñido de amarillos y naranjas, irradiando un dorado resplandor. Esa mañana tu pelo era más castaño que nunca y tus ojos más verdes que nunca.
Apenas llegaste, mi corazón dio un vuelco como si predijera todo lo que le deparaba el destino para contigo. Mi mente estaba en su lugar. Sosegada, indiferente. ..
Te sentaste a mi lado. Silencio. Todo el parquecito central estaba lleno de bancos vacíos. Al sentarte junto a mí, dictaste mi condena al entregarme eso que me haría tu esclava desde entonces. Una profunda, intensa y penetrante mirada que me llego hasta el tuétano. Me llego hasta el alma.
Desde que tengo ese recuerdo en mi mente, al repasarlo me doy cuenta de que en ese momento querías decirme algo. El aturdimiento no me dejo notarlo hasta después y tampoco te permitió expresarlo. Quizás eras igual de tímido que yo, pero ¿Qué hacías tan temprano, compartiendo mi soledad, mi amanecer?
Tragaste. Apartaste tu mirada, que seguía sintiendo sobre mi aunque tus ojos estuviesen clavados en el suelo. Abriste los labios para decir algo, pero en su lugar tomaste aire y te pusiste de pie.
Miré tu nuca unos instantes, tu cuello casi girarse. Pero empezaste a alejarte lentamente, acelerando cada vez más hasta meterte de lleno en el edificio de los dormitorios. Mi corazón se detuvo al suponer que en el instante que aparté la mirada, tú volvías a dedicarme tus ojos por un segundo más. Era quizás la ilusión de un poco mas de gloria, ya que la que me dirigiste en principio me basto para toda la vida.
Recuerdo que inmortalice ese momento, haciéndolo revivir cada vez que me levantaba de madrugada, lo cual era más seguido. En algún lugar de mi corazón guardaba la pequeña ilusión de que se repitiese el momento tan solo una vez. Ilusión que poco a poco se convirtió en deseo.
Indescriptible fue la felicidad que me inundo cuando un día te vi pasar. Mi corazón bailaba de regocijo dentro de mi pecho aquella madrugada, mientras te veía dar zancadas hacia el oeste, en dirección al comedor.
Estos primeros recuerdos no se comparan con la dicha que sentí cuando poco después escuche tus palabras dirigirse a mí.
A pesar de mi juventud, tenia frecuentes bajas de presión. En una de mis decaídas, me encontraba en la enfermería. Era usual un entrar y salir de personas, ya que era una sala grande y los docentes acostumbraban a buscar allí café y otras cosas. La puerta se abrió y mi corazón salto como si lo llamaran.
-¿Cómo esta ella?- dijiste. Mencionaste mi nombre. No abrí los ojos, pero reconocí su voz de inmediato. Nunca la había escuchado hasta entonces, pero sabía que era tuya.
Los días siguientes fueron hermosos. La academia me parecía un paraíso, solo porque te encontrabas en el. Hasta el área de historia de la biblioteca, lugar donde solía ir cuando me deprimía, por ser el más silencioso y apartado, me parecía acogedor y agraciado. Mis pies me llevaron allí un día en el que solo buscaba privacidad para pensar en ti.
Como si todo mi ser te llamara (de hecho, así era) apareciste. Miraste nervioso los libros de la parte superior, te llevaste una mano a la cabeza (¿podías ser tan perfecto?) y con ojos asustados me hablaste.
-¿te sientes mejor?-
Me quede inmóvil. Era como un sueno. Mi cerebro dejo de funcionar. En ese momento mi corazón era el protagonista, latía a toda máquina mientras mis manos empezaban a sudar. Asentí con la cabeza, mientras un ardor se iba apoderando de mis mejillas. Miraste al suelo, con una pequeña sonrisa en la comisura del labio. Respiraste hondo y caminaste unos pasos al lado opuesto.
-gracias- dije. Volteaste un poco la cabeza, con una sonrisa de labios cerrados y seguiste caminando con la mano en los bolsillos.
jueves, 14 de julio de 2011
El tiempo no termina
Su mano pequeña acariciaba el avejentado rostro,
y jugueteaba con la piel caída.
Infancia y Vejez.
Comienzo y Final.
Era una anciana de blancos cabellos, de suaves arrugas y ojos cristalinos
con una tierna criatura, sentada en su regazo.
De rizos dorados, piel tersa, ojos brillantes.
Ambas, seres suaves y de torpes movimientos.
Una es lo que era la otra.
Otra es lo que una será.
¿Quien dice que el tiempo no pasa?
Si al mirar atrás, hay toda una vida,
si al mirar adelante lo incierto aguarda.
He aquí la paradoja del existir.
Si pasa el tiempo de prisa...o muy lentamente.
Pues, un instante estas al comienzo del camino
y al siguiente has llegado al final.
Mientras al esperar... parece como si el tiempo no pasara
como si se detuviera mientras añoras que pase.
Y lo bello es tan fugaz
y lo malo tan voraz.
Y algunas cosas nos alcanzan tan de prisa
mientras otras tardan tanto en llegar.
El tiempo nos desconcierta. El tiempo no es para nosotros.
Vivimos luchando contra él. Vivimos tratando de matarlo, o de ganarlo.
Mientras cierran los ojos los ancianos
y abren sus pulmones en un llanto de vida
los recién llegados a este mundo.
y jugueteaba con la piel caída.
Infancia y Vejez.
Comienzo y Final.
Era una anciana de blancos cabellos, de suaves arrugas y ojos cristalinos
con una tierna criatura, sentada en su regazo.
De rizos dorados, piel tersa, ojos brillantes.
Ambas, seres suaves y de torpes movimientos.
Una es lo que era la otra.
Otra es lo que una será.
¿Quien dice que el tiempo no pasa?
Si al mirar atrás, hay toda una vida,
si al mirar adelante lo incierto aguarda.
He aquí la paradoja del existir.
Si pasa el tiempo de prisa...o muy lentamente.
Pues, un instante estas al comienzo del camino
y al siguiente has llegado al final.
Mientras al esperar... parece como si el tiempo no pasara
como si se detuviera mientras añoras que pase.
Y lo bello es tan fugaz
y lo malo tan voraz.
Y algunas cosas nos alcanzan tan de prisa
mientras otras tardan tanto en llegar.
El tiempo nos desconcierta. El tiempo no es para nosotros.
Vivimos luchando contra él. Vivimos tratando de matarlo, o de ganarlo.
Mientras cierran los ojos los ancianos
y abren sus pulmones en un llanto de vida
los recién llegados a este mundo.
sábado, 9 de julio de 2011
Los de 'arriba' y los de 'abajo'
Había una vez una isla no tan desierta. Las personas entraban y salían. Entraban los que venían de lugares peores y salían los que ya no aguantaban mas.
En esa isla, las cosas no eran muy diferentes a como eran en la antigüedad. Como en toda sociedad existía lo que yo llamo la división de los de "arriba" y los de "abajo". En el caso de la isla, puede que existiese un punto medio, pero lo controversial era que tanto los de "arriba" como los de "abajo" tenían el control, al menos sobre determinados aspectos.
Por ejemplo, los de arriba tenían control total y absoluto de las riquezas y los recursos, hacían lo que querían con ellos, pues total, el punto era sacar el mayor provecho posible mientras estuviesen "arriba" y buscar la manera de mantenerse allí. Se alimentaban de la miseria de los de "abajo" y tenían la capacidad de, "por las buenas" hurtar todo cuanto los de "abajo" pudiesen tener, de una forma legal, mediante impuestos y excusas nobles.
Sin embargo, los de abajo ejercían un poder que todos veían y del que todos eran consientes, pero, al igual que con respecto al poder de los de "arriba" nadie decía nada ni se inmutaba, como si lo incorrecto fuese natural.
Mientras los de "arriba" subyugaban a la población y absorvian como sanguijuela el producto de su trabajo y sudor, los de abajo tenían una opresión distinta pero no menos significativa. Los de "abajo" eran los dueños de las calles, de las esquinas, de los rincones. Los de abajo solían arrebatar con violencia y delincuencia lo que los de arriba poseían. Mediante crímenes y miedo, o simplemente soborno y estafa, ejercían su propio poderío y asi todos estaban felices. Si uno de los de "abajo" tenia que hacer algo por alguno de los de "arriba", el de arriba debía sobornarlo con lo que le sobraba, dinero, para obtener lo deseado del trabajo, o para impedir una agresión por parte del de "abajo".
Para sobrevivir en esta isla, había que definir bien a que bando se pertenecía. Para llegar mas arriba siempre se necesitaba cometer algún acto inmoral, o unirse al hurto "por las buenas" u ofrecerse uno mismo. Para mantenerse "arriba" era siempre necesario permanecer en el ciclo de la opresión y del máximo aprovechamiento de la posición que se tuviese. Los de "arriba" nunca dudaban en aprovecharse de las ganas de alguien de pertenecer a ellos.
Por otro lado, cuando no se tenia posibilidad mas que de pertenecer a los de "abajo" obtener dinero fácil era el lema, al igual que con los de arriba. Manteniéndose en conjunto, protegiéndose y "linchando" al que les hiciese el mas mínimo reproche, los de "abajo" llegaban a mas infundiendo ese terror a la población, sin importarles matar, violar y delinquir.
El único problema lo tenían los demás, el resto. Los que eran considerados "de abajo" por los de arriba y "de arriba" por los de abajo. Tenían que pagar impuestos, tributo para los de arriba, consumir sus caros productos y servicios, rendirles su honor y su trabajo.
Pero también debian estar subyugados al terror de los de "abajo", soportando sus irresponsables comportamientos en las vías, pagándoles de mas para evitar problemas, evitando salir a ciertas horas, ir a ciertos lugares y, si esto fuese imposible dada la necesidad de trabajar para los de "arriba" no tenían mas que permanecer indefensos, orando para que un día no vayan a caer en manos de los de "abajo" quienes los confunden con los de arriba y vuelcan sobre ellos todo el rencor y resentimiento que tienen hacia los de arriba y las ganas de que estos les devuelvan lo que es suyo.
Como termina esta historia?viernes, 1 de julio de 2011
Asfixia
Hoy escribo porque espero en un futuro. Por el deseo insaciable de detener aquello que inevitablemente es destruido. Porque siento la necesidad de renovar. De vengar la injusticia, y devolver aquello que se pierde injusta mente. Aveces no entiendo que es el ciclo de la vida. Que las perdidas son casi siempre inevitables.
Pero cuando la destrucción es provocada sin necesidad y causa dolor y apaga la belleza y aplasta la vida nace en mi un deseo de rescatar, de devolver la tranquilidad y de brindar consuelo. Me invade la impotencia. Siento el dolor ajeno. No soporto ver la vida extinguirse tan fugazmente como se apaga una vela. Me desgarra ver que aquello que se tomo años para alcanzar tal belleza en pocos momentos deja de existir por culpa de la avaricia de nuestra raza humana. Es por eso que siento que TIENE indiscutiblemente que haber una solución. Que el Señor no puede permitir que su obra tan hermosa se vea aplastada y que triunfen la destrucción y el caos. Tiene que haber consuelo para la cansada naturaleza y para el amor y la agobiada fauna y para el cariño y para los seres inocentes y azotados por tanta incompetencia. Tiene que haber piedad. Para toda esa imponente majestuosidad tiene que haber redención. Para los mas bellos y sublimes valores, tiene que hacerse justicia. Para todo lo que es puro, limpio y bueno tiene que haber salvación.
Pero cuando la destrucción es provocada sin necesidad y causa dolor y apaga la belleza y aplasta la vida nace en mi un deseo de rescatar, de devolver la tranquilidad y de brindar consuelo. Me invade la impotencia. Siento el dolor ajeno. No soporto ver la vida extinguirse tan fugazmente como se apaga una vela. Me desgarra ver que aquello que se tomo años para alcanzar tal belleza en pocos momentos deja de existir por culpa de la avaricia de nuestra raza humana. Es por eso que siento que TIENE indiscutiblemente que haber una solución. Que el Señor no puede permitir que su obra tan hermosa se vea aplastada y que triunfen la destrucción y el caos. Tiene que haber consuelo para la cansada naturaleza y para el amor y la agobiada fauna y para el cariño y para los seres inocentes y azotados por tanta incompetencia. Tiene que haber piedad. Para toda esa imponente majestuosidad tiene que haber redención. Para los mas bellos y sublimes valores, tiene que hacerse justicia. Para todo lo que es puro, limpio y bueno tiene que haber salvación.
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