Es como un enamoramiento desprendido, sin atracción por el cuerpo, mas bien por el alma. Serán pocas las personas que llegaran a nuestra vida y sera como si siempre las hubiéremos conocido, como si hubiesen llegado para quedarse.
Nuestras almas tienen una necesidad inagotable de cariño y comprensión. También una necesidad inagotable de DAR cariño y comprensión. Cuando entregamos ciegamente nuestro corazón a las brasas del enamoramiento, nos arriesgamos a que termine herido. Pero en la amistad no entregamos nuestro corazón como tal, sino lo que sale de el y damos sin esperar a cambio. Debemos incluso luchar para convertir nuestra relación de amor en una también de amistad.

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