miércoles, 26 de noviembre de 2014

Above the clouds



Esta mañana le dije adiós a mi pedacito de tierra, durante el amanecer.
Bella, montañosa y fértil, para sobrevolarla y atravesar parte del océano. 

Pocas horas de vuelo, pero una eternidad de diferencia. Así quien no aprecia lo que tiene...

lunes, 10 de noviembre de 2014

Mensaje recibido

La comunicación es algo tan fundamental en la vida humana, algo tan básico que, así como el agua, o el aire, solo  notamos su importancia cuando nos falta. Es una necesidad tan primordial, que intentamos entablar una comunicación inclusive con objetos inanimados, mascotas o hasta con nosotros mismos, cuando nos encontramos en soledad. 

Algo curioso de esta necesidad de comunicarnos, es que lo hacemos aún bajo la posibilidad de que nuestro mensaje no llegue. Emitimos mensajes, aún concientes de la probabilidad de que nuestro destinatario no los comprenda. Pero de alguna manera... Emitir esos mensajes nos hace bien.
Es tanto así, que incluso sin la palabra nos las arreglamos para comunicarnos. Gestos. Acciones. Nuestro mensaje tiene tanta necesidad de ser enviado, que cuando no lo hacemos, tiende a manifestarse incluso en nuestro soma.
Está en la naturaleza humana enviar mensajes. Lo hacemos constantemente, desde el nacimiento. Y cuando nos vemos incapacitados para hacerlo -como las personas que padecen alguna enfermedad degenerativa, por ejemplo- nos sentimos presos, privados de algo, prisioneros. 

Sea cual sea la razón de esta necesidad, no ignoramos el hecho de que está ahí por algo. Quitale a un ser humano la capacidad de comunicarse y le estaras quitando su esencia. Le estaras quitando todo.

Victor Frankl relata en su libro "El hombre en busca del sentido" como sobrevivía a situaciones infrahumanas en los campos de concentración, en la Alemania nazi. Me impactó la manera en que los prisioneros continuaban con vida, aún siendo privados de las condiciones mínimas; sin embargo, la comunicación, por lo menos entre ellos, fué algo que estuvo presente en todo momento. El autor presenció inclusive, sesiones de espiritismo. Èl mismo también, poseía amigos con los cuales interactuaba e incluso en su momento de máxima agonía, tenía delirios en los cuales le hablaba a su esposa. Privarlo de tener contacto con ella, de saber si aún vivía, era lo más desgarrador. Repito: quita a un ser humano la capacidad de comunicarse- en este caso, con un ser querido- y le estarás quitando todo.

Esa es una de las cosas que nos desagrada de la muerte. No solo perdemos el contacto fisico con la persona, sino tambien la comunicación. Pasa a un plano desconocido para nosotros. El no poder intercambiar ideas, información.

La comunicación es algo abstracto. Pero es una de esas cosas abstractas que son fundamentales,  indispensables, pero que no podemos palpar, como lo es el amor, el pensamiento abstracto que nos identifica entre los animales; la inteligencia, Dios. 

viernes, 7 de noviembre de 2014

El primero de muchos

Hay muchas cosas que mi mente olvida rápidamente, pero hay otras que por alguna razón las recuerdo con bastante claridad. Recuerdo perfectamente mi primer dia en primero de primaria. Tanto así, que cierro los ojos y puedo verme sentada en aquella mesita y ver todo el salón. Todo era tan nuevo para mí. La pizarra verde, encabezada por el crucifijo, debajo de un abanico de techo. El salón era menos colorido que en aquellos que había estado antes. El uniforme era diferente. Solo sé que me sentía exactamente igual que tantas veces después. Muda. Solo observando. Es la primera vez que registro haberme sentido así. Como dije antes, la primera de muchas. 
Supongo que la razón de ésto es porque era la primera vez que me encontraba en un lugar en el que no conocía a nadie. En el que nadie me conocía. En el que me sentía fuera de lugar. El primero de muchos.
Recuerdo que me pusieron a trabajar con una niña llamada Denisse. Aún me sentía incómoda. Recuerdo mi mochila nueva. Era una maleta de ruedas, azul oscuro, con un gato amarillo. Para mí era genial. Pero todos tenían mochilas. Con el tiempo, terminé por odiar las maletas de ruedas. Bueno, en general, hacer a niños en crecimiento cargar con pesados bultos llenos de libros todos los días, como si fuesen animales de carga, no debería si quiera permitirse. Otorgo a ésto parte de la culpa por mi desviación en la columna y corta estatura.

Puedo recordar los cuadernos que hacíamos con dedicación durante todo el año. En él poníamos las cosas mas lindas y serían entregados a las madres en mayo. Eran de tamaño más pequeño que los cuadernos normales, y estaban forrados con papel de regalo. Mi momento favorito de las clases era cuando nos lo entregaban para avanzarlo. 

Recuerdo la planta "embarazada" que estaba fuera del curso de música. Una palmera con un ensanchamiento en el tronco. Recuerdo el descubrimiento de un terreno lleno de matas de plátano, detrás de la cancha. Recuerdo las cosas que quería hacer, como cantar, pero esos lugares ya estaban ocupados. Y poco a poco me fueron enseñando que era normal estar en el último lugar. 
Y no sé por qué me fué tan fácil aprenderlo y tan dificil desaprenderlo. Aun lo hago inconcientemente. Ceder. Esperar mi turno. Aceptar. 

Quizás cualquier cosa que le enseñes sin palabras a una niña de seis años, se quedará para siempre, como un hábito inconsciente e irrompible. 

Recuerdo ser molestada, recibir burlas, apodos. Y eso quizás lo recuerda cualquier niño. Pero lo extraño es que recuerdo aceptarlo. Recuerdo no saber defenderme. No saber que estaba mal que se burlaran. Recuerdo haber sentido que por alguna razón, lo merecía. Será que no se desarrolló en mí algún instinto de auto defensa? No lo sé. Solo sé que a esa edad, no lo tenía. 

Algo bueno salió de todo aquello. No sólo aprendí a seguir a delante luego de pasar por burlas. Me hice INMUNE a la vergüenza. Ya no me afecta. Simplemente sigo a delante cuando sé que he metido la pata. O cuando quedo en ridículo. O cuando alguien me subestima. Hago cosas que muchas personas no harían, porque simplemente sé que la vergüenza no mata. Bailar o cantar en público. Usar disfraces ridículos. Hablar frente a una audiencia. Ir a una excursión sola, sin conocer a nadie. Aprendí a ser independiente. A disfrutar únicamente de mi compañía. A sentarme a comer sola en un restaurante. A llegar sola a una fiesta. A soportar pasar un fin de semana completo sin salir con amigos, simplemente leyendo o viendo películas. A aceptar la entrada y salida constante de amigos a mi vida. A dejar ir fácilmente. A entender que nadie, absolutamente nadie es responsable de mi vida, sólo yo, y que la mayoría de las personas (excepto mi madre) me aprecian y valoran por el aporte que puedo hacer a su vida. No lo contrario. Y que si no me doy a conocer, no sentirán que soy necesaria para ellos. A fin de cuentas, todos hacemos eso, no? Exceptuando la familia, todos estimamos, valoramos o queremos a alguien porque aporta algo a NUESTRA vida. Ya sea amistad, buenos momentos o incluso cosas materiales. O simplemente porque nos agrade. NOS agrade. 
Quizás ahí radica mi problema. Nunca me esfuerzo por agradar a la gente. (A menos que sean clientes). No pienso en los demás, ni suelo ser "nice", porque simplemente me sentiría falsa. No finjo que me importas si no me importas. 
No es que soy inhumana o indiferente a las necesidades ajenas. (De hecho, siento empatía y aprecio por muchas personas a las que considero maravillosas) Hablo de lo emocional. De cierta dependencia que a veces se da. Despues de todo...aprendí a crecer sola. A entretenerme sola. A crear en mi mente relaciones ficticias con personajes que piensan que soy fabulosa. Después de todo... Es lo que todos hacen. Simplemente que les asignan esos personajes a personas de carne y hueso. Y ahí vienen las desilusiones. Algo de lo que me he librado. 

Hay muchas cosas que mi mente olvida rápidamente. Pero hay otras que simplemente recordaré hasta que deje de funcionar mi cerebro. 





domingo, 12 de octubre de 2014

Catarsis

Leí en la revolucionaria novela de Herman Hesse, Demian, la frase "El pájaro rompe el cascarón. El cascarón es el mundo. Quien quiera nacer, tiene que destruir un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El dios se llama Abraxas."

Y leerla fue escalofriante. Porque la relaciono conmigo en el sentido de que para no sucumbir tengo que destruir mi mundo. Mi mundo de protección. De comodidades. Un mundo en el que solo hay un punto de vista de las cosas. El lado correcto. Restrictivo. Juicioso. 

Y que hay de mi libertad? El dios Abraxas era descrito como un dios tanto del bien como del mal. Entender el lado malo de las cosas nos ayuda. Nos hacemos mas fuertes, sabios. Nos aprendemos a defender. 

El cascaron me hace sentirme mutilada. Suprimida. Anulada. Pero una vez roto el cascaron; no se vuelve a reparar. Esto me aterra.

Es hora de encontrar mi propio camino. De ser egoísta. Es hora de tomar decisiones que me harán ser alguien, y no seguir siendo un cero a la izquierda. Leí hoy, en un lugar que no debía de estar leyendo, que algunas mujeres nos esforzamos por una pareja que aun no conocemos y luchamos por hijos que aun no han nacido.  

Yo lucho por eso que puedo llegar a ser. No quiero traicionar a mi potencial. Esta ahí y no se quedara callado. El miedo me consume, pero voy a abrasar ese miedo, a aferrarme a ese miedo que me hace correr huyendo de la inercia. 

Y en cuanto a eso que deseaba y que no fue...que bueno que no fue. se trataba de otro refugio, otro cascaron...uno mas frágil cuyos días estaban contados. uno que solo iba a hacerme perder tiempo, distrayéndome. el pretexto perfecto para no enfrentar mi realidad. O mejor dicho, para no agarrar mi futuro con mis dos manos. 

viernes, 18 de abril de 2014

jueves, 26 de diciembre de 2013

Assasin


Puede que tengas alma?

Vacío veo a través de tus ojos...
Puede que existan seres como tú
Hechos de la nada
Insaciables
Insaciantes

Puede que seas mi peor pesadilla
Dandome de a probadas
La mas sublime ilusión
Para hacer mas dura la caída
Hacerme dudar hasta de mi misma

Convirtiendote en un monstruo de la noche a la mañana
Jugando con lo que siento de manera tan experta
Como si fueces hecho específicamente para usarme
O mas bien como si yo hubiese sido hecha
Para ser usada por ti

domingo, 1 de diciembre de 2013

Amor Clandestino

Eras..
ese sol de estío
que me calentaba 
tras cada una de mis tormentas

ese niño cuyos ojos 
me relajaban 
tan sólo de mirarlos

mi vicio
mi ocio
mi anti-deber

eras el reposo
la risa
la ligereza de nuestra familiaridad; 
acompañandonos. confiando

no conozco hoy en ti nada de eso, 
pues ese astro de calor 
ha extinguido su llama 
para convertirse 
en frío hielo de tundra; 
haciéndote inhospito, 
antiguo refugio de mis tempestades,
siendo ahora 
la principal cosa que me atormenta,
tu ausencia.

y ya no puedo buscar 
tus ojos, 
pues temo si no los encuentro.
no puedo mirarte a la cara 
para que no delaten 
éstas ventanas de luz mi aflicción, 
pues intentan imitar 
tu frialdad 
pero débil soy y dejarán 
transparentar este clandestino, 
susurrado amor 
y este gritado "te extraño" revolucionario.


y ya no eres ni mi vicio, 
ni mi ocio, 
ni mi anti deber. 

de a momentos despiertas 
en mí 
desdén y de manera permanente 
busco llenar los espacios vacíos 
que han dejado nuestras risas 
al apagarse. 

y me llego a preguntar en este punto 
?que paso con nosotros? 
sera que me perdiste? 
sera que me perdi? 
sera que te perdí? 
será que nunca te tuve? 
que significa tener a alguien?

eras el reposo, ahora eres el hastío.
eras la risa, ahora la nostalgia.
eras la ligereza, ahora la incomodidad
eras familiaridad; ahora un perfecto extraño
confianza, compañía
...eran hermosas, ya no están

miércoles, 28 de agosto de 2013

Un día mas por favor

La única diferencia entre alguien que sabe que va a dejar este mundo pronto y alguien que no, es que el primero tienen una gran ventaja que el segundo no tiene.

Imagina que mañana hay un examen sorpresa. Que preferirías? Ser el alumno que no se lo espera y que está desprevenido, relajado? o aquel que lo sabe y pasa toda la noche preparándose?

Entonces, a quién le ira mejor en la prueba? a quien sabe que le queda poco tiempo o a quien no sabe si le queda poco o mucho?

El primero conoce la fecha de algo que inevitablemente le sucederá tanto al primero como al segundo.

Entonces, por qué actuamos como si no fuese a suceder? Porque VA a suceder. De todas formas, la muerte es lo único de lo que tenemos certeza en esta vida.

El primer caso tiene algo que el segundo no tiene, y es un ultimátum, un recordatorio de que nuestra existencia terrenal es finita.

Entonces, qué debe hacer el alumno que desconoce la fecha de la prueba? Estudiar todos los días, como si la prueba fuera mañana. Prepararse.

El primero tiene un dato que le proporciona cierta paz, cierto control de la situación. El segundo no tiene ese dato, no tiene algo que pueda controlar. Esto no quiere decir que necesariamente en el primer caso la persona vaya a vivir menos tiempo que en el segundo. Unos años mas, unos años menos. Que hace la diferencia si a fin de cuenta somos siempre iguales? Mantenemos los mismos patrones sean positivos o negativos. Y cuando somos conscientes de que se nos va la vida es cuando verdaderamente la apreciamos.

Y te hace preguntarte... qué vale la pena? Las relaciones? Las experiencias? Los logros? Lo que puedas aportar? Todo vale la pena? O nada vale la pena?

Unos años más por favor. Para que? para reír? para disfrutar de la vida?
Para aquellos que desconocen la fecha de la prueba, lo mejor es vivir como si ya te hubiese llegado ese momento y hubieras pedido: "Unos años mas por favor"
Y para ese alumno que sabe que el examen es mañana... igual y de manera inevitable, todos vamos a tomar la prueba.

Paola Munoz

jueves, 8 de agosto de 2013

Off Cap 7 "Vas a gritar" Aliados



Necesitaban volver a conectarse con el dolor, con esa herida abierta que esquivan y que no quieren mirar, había que empujarlos hasta el limite de la humillación, hasta ese lugar donde el dolor mudo, al fin se transforma en un grito, había que llevarlos hasta ese lugar donde no pudieran escaparse de si mismos, había que traerlos de regreso de la crueldad hacia el dolor, había que forzarlos a sentir empatía, había que manipular al manipulador, usar al que usa, hacerlos probar a su propia medicina, había que exasperarlos, para que al fin empezaran a gritar, había que hacer un cambio de estrategia.

Había que hacerlos gritar, enojarse, atarse de su propio artajo, transformar el dolor en un grito de liberación, tienen que gritar bien fuerte, tan fuerte como para callar esa voz interna que los tortura, que los injuria, esa voz interior que los odia, había que empujarlos hasta su propio limite, hasta que pudieran dar ese grito que pone fin al abuso, tienen que poder gritar ¡Hasta acá llegaste! , había que quebrarlos, que romperlos, sacudirlos para que pudieran liberarse de esa realidad, había que llenarlos de esa angustia que es aliada, esa angustia que se transforma en pedido de ayuda, en grito de ¡Socorro!

Había que hacerlos gritar para poder traerlos de regreso de la insensibilidad, mi misión es guiar a los aliados en sus misiones y por eso grite, porque un grito es una variación en el tono, es un acento en la intención, es un cambio en el ritmo y en la estrategia.

Era importante hacer audible la desesperación y el dolor y que el desamparo se volviera grito, era importante ayudarlos a hacerse visibles, gritando ¡Acá estoy yo y hasta ahí llegas vos! había que tocarles el alma y a veces el alma grita, y en ese grito se sana.

A veces el mutismo se cura con un grito y a veces un susurro tiene la potencia de mil gritos, que necesitan ser gritados.

domingo, 21 de julio de 2013

Desconcierto

No te importo...lo se. Me doy cuenta cuando hablamos pues tu mirada muestra la actuada complacencia de que me escuchas y tus gestos cuidadosamente distribuidos llenan los espacios en blanco del monólogo que hago rápidamente para no aburrirte demasiado.
Aunque para ser sinceros, tu tampoco me importas. Tu frialdad me repele y tu falta de autenticidad y egoísmo al hablar me dan el desconcierto necesario como para impedir que te quiera como puedo llegar a hacerlo.

Entradas populares